El precio del espanto
Viaje en Bizkaibus: 1 euro; Viaje en Bilbobus: 0,53 céntimos; caña: 1,70 euros; café: 1,10 euros; refresco: 1,70 euros; paquete de tabaco: 2,35 euros; copa en el bar de moda: ¡uff! o más; dar una paliza a los responsables de las subidas de los precios: no tendría precio.
Cada vez esta todo más caro, pero los sueldos no creas que los subirán. Es vergonzoso ver lo que han subido los precios en tan poco tiempo. Y para colmo, comprobar como en servicios tan necesarios para el ciudadano, como el transporte público, en vez abaratarlo, cada cierto tiempo sube el precio del billete. Cuando comencé la universidad, un viaje en Bizkaibus valía 0,80 céntimos. Ahora, cuatro años después, el mismo viaje cuesta 1 euro. De esta manera, poco a poco, los precios han ido subiendo mientras que los sueldos se han estancado. Nuestro nivel de vida se ha incrementado sin que nos demos cuenta. Como sigan así las cosas, dentro de un par de años al que le toque pagar una ronda en el bar va a tener que pedir un préstamo. Y todavía tenemos que estar agradecidos a Hacienda porque nuestra declaración nos ha salido negativa y nos han devuelto 20 euros. Gracias Hacienda. Y dentro de poco, otra subida de precios en los alimentos básicos. Vaya futuro que nos espera. Ya me estoy viendo, dentro de un par de décadas, pagando por respirar o algo así. Pues como nos cobren por respirar, en menos de una semana, todos en números rojos. ¿Por qué no seré muchi-millonario?
3 comentarios
patricia llamazares -
Kalzas -
larlar -