Parece que vuelven a estar de moda las series de terror y sucesos paranormales. Cuatro a recuperado dos míticas series de este género, como son “Historias de la cripta” y “Más allá del límite”. Por otra parte, Tele 5, nuestra cadena amiga, esta produciendo las nuevas “Historias para no dormir”. La nueva entrega de episodios llegará con el título “Películas para no dormir” y cada capítulo, de los seis que se serán, estará dirigido por algunos de los directores más prestigiosos dentro del panorama fantástico español: Alex de la Iglesia, Jaume Balagueró, Paco Plaza, Enrique Urbizu, Mateo Gil y el mismo impulsor del proyecto, Ibáñez Serrador. Quiero rendir un homenaje a este tipo de series con la historia que se narra a continuación. “Están a punto de experimentar el asombro y el misterio que llegan desde lo más profundo de la mente, hasta más allá del limite.”
“Mi casa. Que ganas tenía de llegar a mi casa. Hogar dulce hogar, como suelen decir. Me había pasado todo el día en la biblioteca. ¡Maldita sea! No podrían mandar trabajos más cortos. Estaba agotado. Quería dormir. Recuerdo que mire la reloj antes de entrar en casa. Eran las 21:21. Doce Horas. Hace doce horas que salí de casa, pensé. Deje la mochila en mi habitación y fui a saludar a mi madre. Estaba en la cocina preparando la cena. Eran las 23:23. Apenas había cenado y el sueño apenas me dejaba tener los ojos abiertos. Me tumbé en la cama y me quede dormido al instante. Un fuerte ruido me despertó. Me incorporé en la cama y mire a mi alrededor. La oscuridad apenas me dejaba entrever nada. De pronto, una luz apareció debajo de mi puerta. Comencé a escuchar una respiración. Era lenta y costosa. La luz cada vez se hacía más intensa y la respiración cada vez se oía más cerca. Sin saber porque me quedé mirando la penumbra sin moverme, sin hacer ruido. La puerta comenzó a abrirse lentamente. A cada segundo que pasaba me ponía más nervioso. Una gota de sudor resbaló por mi frente. La puerta se abrió por completo. Repentinamente la luz me apuntó. No podía ver nada. La luz me cegaba. Cerré los ojos e intente protegerme con las manos. Cuando volví a abrir los ojos, la forma que vi me horrorizo. Era una masa verde, un verde fluorescente. Ese ser se tambaleaba constantemente como si estuviera temblando. Sin embargo, el que temblaba era yo. El ente se iba acercando lentamente hacia mi. Quería gritar, quería moverme, pero el miedo no me dejaba. Estaba tan asustado que no podía reaccionar. Estaba paralizado. Esa cosa seguía acercándose. No tenía piernas, ni brazos. Flotaba y cada vez se encontraba más cerca de mí. En un arrebato de valor, me gire hacía la mesilla de noche y encendí una lámpara. Cuando volví la vista a aquel ser, mi sorpresa fue mayúscula. No se trataba de un extraterrestre. Era mi madre, que llevaba una linterna en una mano y un blandiblu en la otra. Mi madre. Un blandiblu. Hay que joderse. Me he encontrado esto en un armario. ¿Es tuyo?, me preguntó mi madre. No sabía que estabas despierto. Solo venía a dejarte esto por aquí. Te dejó dormir, dijo mientras salía de mi cuarto. Mire la hora. Eran las 00: 45. Me encontraba muy cansado, pero no pude pegar ojo en toda la noche. Puto blandiblu.”
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Itziar -